La niñez que dejamos

Hace días me encontraba arreglando unas cosas cuando me tope con un diario que llevaba de pequeña, desde siempre me ha gustado tener por escrito todo lo que sucede en mi vida y de niña era lo que más hacia, escribir todo lo que me pasaba en un diario, supongo que desde ese tiempo ya se notaba mi amor por la escritura.

El caso es que pude notar en esos escritos (mal escritos, desordenados y sin sentidos claro) la niñez que he dejado, la niñez que ya no está conmigo desde hace algún tiempo. Cuando somos niños buscamos crecer lo más rápido posible pero a medida que creces sientes las ganas de volver a ser niña de nuevo, de devolver el tiempo a la época en la que no tenías preocupaciones ni responsabilidades, de volver al momento en que tu única preocupación era no buscar hacer molestar a tus padres para que no te castigaran y no te dejaran jugar.

Y lo más irónico del asunto es que pocas veces nos hemos puesto a pensar en lo mucho que hemos cambiado desde niños hasta ahora, hemos cambiado en tantos aspectos que no podría terminar de nombrarlos. Uno de los que hace poco estaba pensando era en la inocencia que teníamos, de hecho es algo gracioso a mi parecer, ya que en mi diario pude notar varios escritos que hacía para un niño que me gustaba, que según lo que escribía el no me prestaba atención, pude notar lo persistente que era en ese tiempo por que muchas líneas eran 'algún día lograré gustarle', y gracias a eso pude darme cuenta de algo, nosotros nacemos sabiendo amar, que las circunstancias de la vida nos hayan hecho cambiar no significa que no sepamos amar, lo sabemos, sólo que nos preocupamos muchas veces por otras cosas que creemos importantes y pensándolo bien es algo que no deberíamos olvidar.

Y así como el amor de niños existen otras actitudes de pequeños que al pasar de los años intentas recordar, hace días salí a la calle y tuve un momento de observar a unos niños que hablaban, eran tres chicos y con ellos otra niña que estaba con la mirada apagada y no disfrutando de el tiempo realmente, si no evitando a toda costa quedar expuesta, me hizo recordar que muchas veces yo lo viví, y creo que varias personas también, la timidez en los niños yo diría que es un caso muy recurrente y cuando está viene acompañada de complejos y miedos hace que se muestre muchísimo más, pude notar también que los otros niños se metían con ella, se reían y burlaban, entonces pensé que lo que no sabemos y se nos olvida a veces es que los niños pueden ser muy malos, y luego crees actuando de la misma forma, con complejos en inseguridades y lo único que te pasa por la mente son las burlas de personas, realmente se que esto es un tema muy extenso, sólo quería recordarles esto al igual que yo lo hice, que a pesar de que vivimos momentos maravillosos de niños también tienen sus partes malas, como todo.

Hace un mes leí algo que decía 'Hablar con tu niño interior' me tomo horas pensar que decirle a esa niña insegura que fui por tantos años y lo único que logró pasar por mi mente fue pensar si estaba cumpliendo todo lo que se supone que de pequeña yo pensé que sería a esta edad, entonces realmente pude decir que lo logré, superé etapas de mi vida y aprendí a quererme a mi misma, a no olvidar nunca que la vida es un constante aprendizaje, todavía tengo muchos años por vivir, por aprender, pero ahora que recuerdo todo esto me digo constantemente hablar con mi niña interior, pensar más en los sueños de pequeñas, en las cosas que viví y supere y en cumplir mis propias expectativas, porque a fin de cuentas nunca hay que olvidar la niñez que dejamoso.

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